Al redactar este artículo, me vienen a la mente lo interesante que me parecían las clases de macro y sus gráficos y las experiencias vividas en Latam en los últimos 15 años. Todo ello partiendo de que no debemos generalizar al comparar, por ejemplo, Brasil –17 veces España– con El Salvador –parecido en extensión a la provincia de Badajoz-, al igual que en Europa no es lo mismo Francia que Eslovenia, aun estando ambos en la UE ambos.
ASEGURANZA
Santiago Romera, socio director de AREA XXI
sromera@area-xxi.com
Pues bien, una vez más se ha vuelto a demostrar lo cierto de los ciclos económicos y, partiendo de esta premisa, intentaré explicar brevemente lo que en mi modesta opinión está
ocurriendo. Para ello partiré de ciertos datos básicos:
- Crisis en Europa y crecimiento en Latam, con incremento de la clase media.
- Crecimientos del PIB cercanos al 4% en los países con mayor músculo. El FMI estima un 3,4% para 2013, cuando el año pasado estimaba un 5,3% para este año: ¿Inicio de una fase de desaceleración?
- Tipos de interés con tendencia decreciente
- Consolidación de reformas estructurales
- Disminución del desempleo, repercutiendo en mayores cotizaciones previsionales y, por ende, mayor capacidad de inversión
- Incremento de las exportaciones de materias primas a precios razonables
- Refuerzo del eje Pacífico vs. eje Atlántico
- En determinados países complicaciones políticas y jurídicas para los inversores extranjeros
Todo ello deriva en que si se pretenden proteger los ciclos económicos virtuosos que vive la región haciendo uso de políticas monetarias, mantener los tipos de interés bajos y seguir con un crecimiento elevado, se debe devaluar la moneda –como tradicionalmente se ha realizado en todos los sitios– para que la inversión extranjera complemente a la local, manteniendo aun de manera artificial, el atractivo del inversor por la región.
Considerando el complejo panorama europeo y que Latam se muestra como “tablón de salvación natural” de muchos grupos españoles, estas devaluaciones son claramente una noticia muy negativa para ellos, ya que consolidan sus resultados deflactados en correlación con la devaluación producida homogéneamente en la región. Una mala noticia a la hora de consolidar en euros los resultados de la zona en los grupos.
No obstante, este panorama supone para compañías europeas una posibilidad de invertir en la zona como experiencia inicial. Esta vuelta de tuerca es una oportunidad para grupos que no tuvieron los suficientes reflejos en su momento por apostar por una región con bajos niveles de penetración, deficiencias en calidad de servicio, amplio margen de mejora en productividad y ratios de eficiencia. Si queremos invertir en la zona, la noticia es buena, siempre que no consideremos la inflación de inversores españoles que hay actualmente –prueben a pedir autorización para hacer negocios en ciertos países y verán las listas de espera-. Uniendo ambos efectos se está encareciendo notablemente la inversión en la zona.
Inversión en Europa
Por otro lado, si tenemos en cuenta que en Latinoamérica “El grande es muy grande”, se pueden producir movimientos inversores de allá para acá, empleando España como puente a la UE, no sólo en banca, como hemos visto con el Sabadell o Etcheverría, sino también en el sector de seguros ¿Por qué no? Debemos estar preparados para ello.